Todo listo, la escenografía puesta, las luces encendidas y los extras maquillados. El gobierno nos tiene a merced de los espectáculos que ellos mismos arman, propios de productores del séptimo arte.
El Gobierno tucumano estrenó su última obra, una adaptación local de “Achicando el Estado”, dejando sin efecto lo que nunca fue público, las UNREL, barriendo alrededor de 10.000 contratos creados por ellos mismos sus precuelas. Mostraron la lucha contra el narcomenudeo y el delito como estandarte de gestión, pero con números y estadísticas que nadie sabe de dónde sacan. Los ciudadanos realizan cada vez menos denuncias por robo por considerarlas en la mayoría de los casos una pérdida de tiempo.
Seguidamente, al ir avanzando en los capítulos, surgió el escándalo de Desarrollo Social con bolsones de mercadería, que en lugar de llegar a la gente más necesitada, eran vendidos por inescrupulosos que tenían algún contacto con políticos del mismo espacio politico del gobierno.
En el medio, los reclamos incansables de los ciudadanos que no poseen agua potable, la crisis constante con el transporte con boletos caros y servicios de mala calidad, la transmisión de dengue y la desidia en el mantenimiento de canales y zonas periféricas, el intento de huelga policial presentado como el armagedón y sumado a todo esto como la escena final, el uso de sedes policiales para cobrar rescates de secuestros extorsivos, como si todo esto fuera una comedia trágica, siempre acompañada de la frase: “Vamos a ir hasta las últimas consecuencias” como una suerte de remate en cada capítulo.
Con esta analogía no niego la gravedad de la situación y comparto plenamente que los agentes policiales no pueden incentivar una huelga y mucho menos un acuartelamiento. Ahora, hacer el despliegue policial, judicial y mediático grandilocuente realizado, roza la sobreactuación. La evidencia inmediata indica que en unas semanas la causa se irá diluyendo con el tiempo.
Renuevo el pedido de aceptación a propuestas que desde mi espacio hemos presentado, como la herramienta de la “Secretaría de Asuntos Internos” y la “Defensoría del Policía” , entre muchas otras. Este ultimo organismo podría evitar este tipo de reclamos manteniendo un canal activo de comunicación con toda la fuerza policial. Recordando, además, que al día de hoy el Ministro de Seguridad aún no ha presentado su informe de gestión anual.
Los tucumanos seguimos aguardando que nuestros gobernantes se ocupen de los problemas que nos aquejan constantemente: inseguridad, salud, educación, falta de empleo, deficiencia de los servicios básicos como agua, luz y cloacas, entre muchas otras. Hay que terminar con el circo como pauta publicitaria barata y consensuar con las políticas públicas urgentes que necesita la sociedad.