He presentado el proyecto para crear una Dirección de Inteligencia Criminal que será ejercida por un funcionario civil, ya que no puede estar comandada ni mucho menos en manos de la jefatura policial.
La Inteligencia Criminal es un proceso sistemático de obtención, recopilación, análisis y difusión de información sobre actividades delictivas y las amenazas que puedan afectar la Seguridad Publica. Es sumamente necesaria la identificación de las tendencias delictivas para una toma de decisiones estratégicas operativas para lograr contrarrestar esas predisposiciones y combatir eficazmente la delincuencia.
Poder anticiparse a las conductas delictivas por venir mediante las tareas de prevención de los delitos, identificación de las bandas criminales y sus patrones delictuales, los flujos de los activos y las estadísticas como herramientas fundamentales que permitirá a esta Dirección de Inteligencia Criminal reducir drásticamente la delincuencia.
A su vez contará con una Subdirección de Información Patrimonial y Financiera cuyo objetivo será la producción y gestión de la información sobre fenómenos patrimoniales y económicos criminales para la prevención de las economías delictivas y el lavado de activos mediante el proceso de gestión, reunión y análisis de la información y una Oficina de Captación e Interceptación de la Información como responsable de gestionar las interceptaciones de las comunicaciones privadas bajo irrestricto cumplimiento de las normativas vigentes acompañado de un protocolo de seguridad y confidencialidad, conforme lo establecido en los artículos 196, 198 y 199 del Nuevo Código Procesal Penal de Tucumán.
Es por ello, que poder contar con esta Dirección de Inteligencia Criminal, un órgano de carácter técnico y especializado terminará con la manipulación y el indebido uso de la inteligencia criminal utilizada hoy por la policía para actuar en casos que generan muchas dudas y son repudiados por la sociedad que a diario vemos en las noticias.
Un ejemplo claro de la necesidad imperiosa de contar con ésta Dirección es el crecimiento continuo del narcomenudeo en los barrios periféricos. Desde que la provincia se hizo cargo de la lucha contra éste flagelo el mismo viene creciendo a pasos agigantados, y es justamente donde estas unidades creadas deberán interceder a fin de lograr una correcta identificación de las bandas e impedir que se organicen y conviertan a nuestra provincia en un territorio narco.
Una Dirección de Inteligencia Criminal que actuará en el marco del respeto a las normativas vigentes y respetuosa de los derechos y garantías de los ciudadanos de bien como lo establece nuestra constitución, y lo más importante, es que tendrá un Órgano de Control de sus actividades en otro poder del Estado, tal como la Comisión de Seguridad de la Legislatura que permite garantizar la independencia de los poderes, porque a su vez establece la necesidad de la participación del poder judicial para desarrollar sus actividades en el marco de la ley.
Ningún ciudadano de bien será investigado por cuestiones de raza, fé religiosa, acciones privadas, opinión política, o de adhesión o pertenencia a distintas organizaciones y protege la labor del periodismo independiente.
Es necesario y urgente escuchar las voces y las opiniones de quienes pensamos distinto, pero por sobre todo traemos propuestas concretas para mejorar la seguridad porque “todos somos Tucumán”.